Año 2013. Hace poco más de 365
días que la Tierra no fue destruida. El ser humano ha vuelto a sobrevivir a un
apocalipsis más (y ya hemos perdido la cuenta…). Sin embargo, la mitad de la industria musical ha quedado
fuertemente tocada: bajadas del número de ventas, cancelación de giras,
separación de grandes grupos… El
mercado se ha convertido en un lugar
hostil y peligroso en el que los artistas tienen como objetivo eliminarse unos
a otros, en busca del primer puesto de descargas para no caer en el olvido. Valientes soldados, que durante el viaje, se
cruzarán con otros supervivientes: unos se han vuelto locos y utilizan la
provocación y el destape como reclamo de las mentes más ingenuas, otros se han
convertido en zombis que se arrastran en busca de cerebros cada vez más frescos
– y huelga decirlo más huecos-, y otros tantos se han autoproclamado reyes de
los restos de un castillo que empieza a caer por su propio ego peso.
Pero algunos, inmunes a estos virus,
han sobrevivido y nos envían mensajes musicales con la esperanza de devolver a
la música su naturaleza. Y por ello, son merecedores de encontrarse en nuestro
humilde top25 de las canciones del año.